jueves, 5 de marzo de 2009

Las Comunidades Saludables como experiencia de desarrollo del Capital Social

Este artículo documenta la experiencia del personal que labora en el Puesto de Salud de Llac-Hua (ubicado dentro de la Comunidad Saludable de Antapunco), Provincia de Cotabambas, Distrito de Haquira, Comunidades de Antapunco y Peccoy (también llamada Pachucani), Región de Apurímac.

La experiencia de Haquira tiene su esencia en la labor silenciosa de dos técnicos de enfermería que están a cargo del Puesto de Salud de Llac-Hua, dentro de la Comunidad de Antapunco, del mismo distrito de Haquira. Esta experiencia nace en el 2003, y las buenas prácticas que acompañaron los acuerdos logrados sobre la base del COSACO, producto del compromiso e ingenio de estos dos profesionales, son las que aquí se documentan.

Esta experiencia se desarrolla en una población rural, altamente dispersa, en zonas de difícil acceso y que vive los rezagos de la violencia política que azotó fuertemente al distrito. Igualmente, el mérito de esta iniciativa se debe a que para la puesta en marcha de estas acciones no han contado con un presupuesto aparte, ni con el apoyo financiero de alguna ONG, sino que funcionó solo con recursos de estos dos profesionales y la comunidad organizada.

Los resultados de esta experiencia son alentadores. Es así que al 2007, estas dos comunidades han logrado una reducción de la desnutrición crónica del 73 al 36 por ciento, han reducido a cero las muertes maternas y perinatales, así como los casos de neumonías. También han elevado al 100 por ciento los partos asistidos por personal de salud (antes 42 por ciento), a la vez que han diseñado y puesto en práctica una Red de Inclusión la misma que reposa en una comunidad organizada y altamente sensibilizada.

Esta iniciativa ha promovido mejores prácticas de nutrición, cultivo de biohuertos con productos diversificados, crianza de truchas como productos nuevos y complementarios, mayor valor de los productos cambiados en el trueque comunal, así como la provisión de alimentos para tiempos de mayor escases (friaje).

Así también, han logrado que el 85 por ciento de las madres y padres de estas comunidades mejoren su calidad de vida a través del mejoramiento de sus viviendas, un 70 por ciento cuente con agua segura, y un 80 por ciento cuente con biohuertos en sus casas donde cultivan algunos vegetales anteriormente desconocidos, así como frutas y tubérculos regados por aspersión, para lo cual han hecho uso de materiales reciclados.

Un plus adicional a esta iniciativa, lo representan las duchas solares, una mejor división de ambientes, una mayor ventilación e iluminacion de interiores, así como el diseño de muebles, todos esos diseñados y elaborados por los mismos pobladores, apelando al bien llamado “ingenio peruano".

El Puesto de Salud de Llac-Hua esta ubicado dentro de la Comunidad “Saludable” de Antapunco, a dos horas en carro del distrito de Haquira (provincia Cotabambas) y a tres más del distrito de Tambobamba. No hay ruta directa para llegar a Haquira desde la ciudad de Abancay (capital de la región), por lo que hay que viajar primero a la ciudad del Cusco y de alli emprender un viaje de aproximadamente doce horas en carro hasta la ciudad de Tambobamba.

La accesibilidad es el principal problema de la ciudad de Haquira, es por ello, que su comercio y la gran mayoría de sus actividades, son realizadas básicamente con la ciudad del Cusco. La mayor parte de las comunidades del distrito son rurales, altamente dispersas e insalubres. Con una población altamente desconfiada, que se sentía excluída y que vivía en permanente sobresalto a causa de los estragos dejados por la violencia política que azotó fuertemente al distrito. De igual manera, la lejanía y la alta dispersión de sus pobladores, provocaba un aislamiento cada vez mayor de las acciones emprendidas por el Estado y por particulares.

En el área de salud, existía una brecha muy alta entre la demanda y la oferta de los servicios de salud. Las comunidades seguían siendo usuarias del sistema tradicional de salud y percibían como última prioridad la atención en el Establecimiento de Salud. Esto explicaba el porque la gran mayoría de los partos eran domiciliarios.

Para explicar la experiencia documentada, antes debemos de remontarnos, al año 2000, para comentar el nacimiento de los COSACOS. Durante ese año, existían en la zona, dos ONGs que trabajaban el tema de salud: CARITAS y CADEP[1], las mismas que venían concluyendo su intervención en dicho ámbito.

Uno de los principales problemas que se percibian por esos años, se debía a que cada ONG formaba sus propios promotores, incluidos aquellos Promotores formados por el propio Centro de Salud de Haquira (con el agregado de que un promotor no podia pertenecer a dos instituciones al mismo tiempo), lo que representaba una pérdida de espacios y duplicidad de acciones.

Es por ello, que a iniciativa del Medico Raúl Chumpitaz – anterior Jefe del Centro de Salud de Haquira-, las ONGs y el Centro de Salud, acuerdan unificar sus acciones mediante la conformación de un Comité para la prevención de la muerte materna. Para ello, unificaron los criterios de intervención para todos los promotores. Posteriormente, se creó el Comité para la prevención de la mortalidad perinatal y tiempo después, el Comité para la prevención de la muerte infantil, con acciones específicas a implementar.

Esta experiencia funcionó en un primer momento, debido a que generó una movilización social importante. Tiempo después surge la idea de crear un solo Comité a todo nivel, al cual denominaron Comité Saludable Comunal (COSACO), el cual tenía a cada comunidad como ámbito de trabajo.

Para ello, el personal de salud, observó con detalle que la misma iniciativa estaba siendo imitada en el distrito de Mara (a 3 horas de viaje en carro), aunque con el error de que allí se nombró a un Promotor del Centro de Salud como Jefe del COSACO, con ello se vió que el problema seguia siendo el mismo, debido a que Salud seguía teniendo la responsabilidad de la comunidad y esta no lograba recaer en la comunidad organizada.

Vista esa experiencia en Haquira, deciden involucrar a las autoridades locales, a fin de que se reconozca que el problema era de la comunidad entera y no solo un problema del sector salud. Producto de ello, se crea el trabajo de las Redes Sociales como estrategia para involucrar a las autoridades del distrito y las de cada comunidad, entregándose la resposabilidad de salud a las autoridades de la comunidad; al Presidente, al Teniente, a los Agentes Municipales (o Ronderos), donde el Promotor cumplia las funciones de Fiscalizador. También se involucró a la Presidenta del Vaso de Leche, del Club de Madres, etc. Todos estos actores integraban el Comite de Salud Comunal - COSACO, los mismos que se agrupaban dentro del Comité de Salud Distrital- COSADI que funcionaba en el distrito de Haquira.

Esta experiencia vino funcionando adecuadamente, aunque se veía la necesidad de profundizar las experiencia, por lo que era necesario un equipo de gestión que aterrice los acuerdos logrados, ponga en marcha un sistema de vigilancia comunitaria y entregue información correcta sobre adecuadas prácticas de alimentación y nutrición a las familias de cada comunidad.

Esta iniciativa fue acogida por dos Técnicos de Enfermería que estaban a cargo del Puesto de Salud de Llac-Hua, dentro de la Comunidad de Antapunto, del mismo distrito de Haquira. Esta se dió en el año 2003, y es aquí donde surge la experiencia a documentar, las buenas prácticas que acompañaron los acuerdos logrados sobre la base del COSACO, producto del compromiso e ingenio de estos dos profesionales, son las que aquí se documentan.

Para el año 2003, el distrito de Haquira seguía teniendo uno de los índices de muerte materna y perinatal más elevados de la región. La desnutrición crónica afectaba a más del 50 por ciento de los niños menores de tres años, aunque en las dos comunidades documentadas la desnutrición crónica llegaba al 73 por ciento. El 5 por ciento de los niños menores de tres años sufrían los estragos de neumonías graves o muy graves, a su vez, el 15 por ciento de los niños tenían diarreas con la consiguiente pérdida de los micronutrientes.

Tan solo el 46 por ciento de las gestantes eran atendidas por profesionales de salud en el momento de su parto. Las viviendas de las poblaciones eran oscuras, sin ventilación adecuada, con animales compartiendo el mismo espacio que los alimentos y los espacios de descanso de las personas. Sin un adecuado saneamiento básico y con malas prácticas de higiene y de alimentación.

Esta situación ocasionaba altos índices de IRAS y EDAS sobre todo en los niños menores de tres años. Los cuales se agravaban en épocas de friaje, época donde se elevaban ostensiblemente los casos de neumonía en sus diversos niveles de gravedad.

Entre los principales problemas que tuvo que afrontar tenemos:

· Población altamente dispersa, que vive en zonas de poca accesibilidad, con malas prácticas de alimentación, desconocimiento del valor nutritivo de sus productos locales, dificultad para el acceso de alimentos de alto valor proteico, además de la poca disponibilidad de alimentos de origen animal en la zona.
· Escaso recurso humano, solo existen 2 técnicos de enfermería para una población de 1435 personas. Ambos están a cargo del Puesto de Salud de Llac-Hua.
· Inexistencia de una adecuada asesoría técnica en la localidad, lo que ocasionó que el personal de salud realice el ensayo – error, para la construcción de las refrigeradoras rurales, duchas solares y otros.
· Falta de presupuesto para la puesta en marcha de estas acciones.
· Reticencias de parte de la población adulta ante una mejora en su calidad de vida, por lo que se tuvo que trabajar con los jóvenes en un primer momento.
· Creencias erróneas de los varones en el cuidado de la gestante y del niño menor de tres años. Esto se complicaba con la existencia de un alto machismo en la zona.
· Deficiente servicios básicos, los cuales incrementan la morbilidad por enfermedades prevalentes.


Entre las principales Lecciones Aprendidas de esta experiencia tenemos:

· La población se comprometió realmente cuando uno de los miembros del Puesto de Salud mejoró la ambientación de una de las viviendas, utilizando productos locales y materiales reciclados. Desde esa experiencia la población vio que realmente era posible mejorar su calidad de vida sin necesidad de dinero, por lo que, apoyaron esta iniciativa de manera decidida. Con lo cual podemos determinar que el evidenciar resultados es muy importante para el compromiso de actores sociales.
· El enfoque de comunidades saludables se centra en la construcción de redes sociales que permitan la inclusión de comunidades excluidas, con lo cual, reposa en ellas toda su organización, a través de un amplio trabajo de empoderamiento comunal.
· Los COSACOS permiten a las comunidades concertar acciones y proponer alternativas de solución bajo una cultura de paz.
· Los Planes Comunales deben ser insumos para la planificación de los gobiernos locales, de esta manera se gana legitimidad y se pueden articular políticas hacia ámbitos más grandes.
· Se deben aprovechar espacios de las iniciativas locales para trabajar en otros sectores donde la población puede experimentar directamente mejoras en su calidad de vida.
· Inicialmente se concibió al COSACO como una organización más en la comunidad, pero el enfoque de COSACO debe ser entendido como un espacio de concertación comunal.

[1] CADEP se retiró de la zona en el 2001, mientras que CARITAS lo hizo dos años después, en el 2003.


Abancay. Diciembre del 2008.

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